domingo, 9 de noviembre de 2014

LA OPINIÓN: CONDUCIR, UNA RESPONSABILIDAD.

Albert Einstein (1879-1955) Físico y matemático alemán.



Un día más y movidos por el interés de las preguntas que se nos hacen, me permito responder a través de estas líneas, por si a alguien le fuera de utilidad, o al menos le da por pensar.

Hoy, conducir “borracho, ebrio, bajo la influencia de bebidas alcohólicas o estupefacientes o cómo ahora se simplifica y denomina “drogas”. Un tema nunca suficientemente repetido. Da igual cómo lo denominemos, pero, sabemos qué nos estamos jugando, y a qué les hacemos “jugar” a los demás sin quererlo,…ellos.

Dicho esto, nos preguntan si en un accidente en que se ha visto implicado, y donde el “responsable” del mismo conducía bajo los efectos del alcohol u otras sustancias, puede su compañía de seguros oponerse  a la reclamación legítimamente efectuada alegando este hecho, y en definitiva no pagarle la indemnización que por derecho le corresponde...

Una buena pregunta, y la respuesta es negativa, no, meridianamente no puede, dado que la compañía aseguradora no puede fundamentar el impago de la indemnización al tercero perjudicado por encontrarse su asegurado bajo los efectos de bebidas alcohólicas u otras sustancias, todo ello sin perjuicio del derecho de repetición que puede ejercitar la compañía respecto de su asegurado conforme establece la ley.

Es decir en principio al perjudicado le cubre, esto es bueno, al menos no estamos, simplemente ante un irresponsable, la ley “nos protege”, bastante malo es ya que esa misma “ley” no pueda impedir con más vehemencia, efectividad y utilidad  que se pueda conducir, privado de los elementales sentidos para circular con un vehículo, que en manos de esa persona puede llegar a “asesinar” o dejar impedido a alguien de por vida

Pero, no acaba el problema generado, nuestra compañía pagará al perjudicado, pero ya que hemos jugado con los demás, debemos asumir que también hemos jugado con nuestra vida, familia y patrimonio.

En justa reciprocidad la compañía que ha cubierto el siniestro y abonado esa indemnización, podrá repetir contra el causante del daño, y esto de “repetir” qué es, muy sencillo, que nos acabamos de “ganar el premio gordo”, si la Compañía abonó 300, 500 mil o un millón de euros, está en su derecho de reclamarnos como conductor “irresponsable” (me resisto a denominar “responsable a ese conductor” en estas líneas) del accidente.

Por eso decía que no sólo jugamos con los demás, los ponemos a “jugar a los dados” sin saberlo, al conducir en estas condiciones, y en cualquier semáforo que nos saltemos, paso de cebra que “no veamos” o simplemente calculando mal una distancia de seguridad, nos llevamos por delante, una vida, una ilusión de alguien y algunos que no conocemos, y es que además conseguimos que esa misma ilusión, esa que teníamos de ver crecer a nuestros hijos, darles una vida mejor, la acabamos de frenar de golpe, ya nada será igual, para nadie, eso SEGURO.

Por qué, por una copa más, ¿de verdad?, pues realmente fue “la copa” de más, más cara de nuestra vida.

Deberemos aprender a vivir con la (in)consciencia de la vida que hemos maltrecho a alguien que no conocíamos y además deberemos enseñar a mal vivir a nuestra familia y amigos, si los tenemos, con nuestra irresponsabilidad, de verdad ¿merece la pena? Un minuto y pensemos. CONDUCIR, UNA RESPONSABILIDAD, O DOS.

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